Voy a ser
valiente.
Voy a tratar
de ordenar mis huesos, soltando espejos para avanzar.
Voy a hacer
de todo por ser yo
Voy a ceder y
ser más cálido, voy a hacer algunas cosas que quieras, aunque crea que no dan.
Voy a
esperarte, mezclado en las noches congeladas de agosto, cuando estés pronta a
bajar del tren, acurrucado en mi bufanda, junto la barrera, atento a los vagones
para ver el lugar exacto en que te toque descender.
Voy a
escucharte hablar sobre tus amigas, seré condescendiente y algo voy a responder.
Voy a
escuchar las canciones que vos elijas, como hice hasta ahora y sueño siempre poder hacer,
con la brevedad de tus manos en mi costado, dejándote hacer y deshacer.
Con la
dependencia suave que ocupa mis días con vos,
y con la
asfixia silenciosa de los días en que no estás.
Te elijo, incluso, con
la inestabilidad que embiste cada semana,
Porque lo único
que quiero es seguir viendo los días pasar a 20 centímetros de tu modo de sonreír.
Yo no sé qué entenderás
de mi y no descifro, del todo, a donde intentas llegar,
pero el
tiempo ya no me importa si sucede cuando vos no estás.
Necesito
encontrarte hoy y contarte algunas cosas que ayer no pude soltar.
Será por esta
certeza de avanzar rendido como un niño sin nombre, ante los ojos abiertos de
una inmensa multitud que me ve pasar inerme, tratándote de encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario