martes, 27 de septiembre de 2016

Cabeza de cosas lindas


Cuando entra el piano y se le van entrecruzando las cuerdas podés notar que conectas con lo que entendes y sentís que es la vida. Bombo, chico y repique sosteniéndote ahí, donde todo al fin es. Y si, por ahí se te da por soltar, esa armonía podría conformar un perfecto secuestro, con total tranquilidad. 
Sentís que te vas, sucedes dispersando angustias, el estado de sitio en tu espíritu se resigna a descansar. (No es por tus modos, tranqui, vos sos una luz. Afloja, es el mundo que hoy salió a jugarla un poco mal).
Volves y la música continua ahí, sentís como la voz del Negro Rada perfora el silencio y llega a vos, te da en el centro y podés ver su rostro sonreír. Es ahí, esos sonidos van a salvar el mundo y a tu corazón.
Abri todas las ventanas y escucha, son mis pasos, pronto nos vamos a volver a encontrar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario